Será una forma económica, ecológica y rápida de desplazarse, basada en la confianza y la participación, y que no es más que establecer puntos y señales de autostop.
Muchos de nosotros vamos a Ayamonte casi a diario, y en algún momento tenemos que regresar. No nos cuesta nada llevar a alguien al pueblo o a la compra. O recogerles a la vuelta.